A veces cuando ves a alguien por televisión te formas una imagen de ella. Te puede caer peor o mejor, te llega o comunica. Pues con el autor de esta novela me pasó que, aún no viendo el programa de televisión en el que aparece por que no me gusta, lo había visto en alguna entrevista y me parecía una buena persona, me transmite buen rollo. Dicen que la cara de una persona es el espejo del alma, no ?
Un día de visita a los lugares que más me gusta visitar, las librerías, vi su libro. Y aún teniendo una larga lista, lo colé al número uno. Por cierto, es el cuarto libro que leo en este año, voy mucho mejor que el pasado.
La novela, 350 páginas de libro, narra la historia de Teresa y de Alice a la vez.
Una narración a dos tiempos, paralelos a lo largo del libro, pero que no llegan a cruzarse. Teresa es de esta época, huérfana de madre, fue criada por una tía, no demasiado agradable. Teresa echa en falta toda la ternura que una madre puede ofrecer, es decir infinita. A través de la compra de un cartel antiguo con un nombre inscrito, Alice Humbert, decide marchar y comenzar una nueva vida en París
Alice vive en el París de los años 20. Un París en el que el lujo y la alegría se mezclan con la dureza de supervivencia de algunas mujeres que no son ricas, es decir Alice. Ella decide salir de su agujero codeándose de artistas.
La novela relata muy bien el ambiente de los años 20, donde se cruzan dos de mis temas favoritos, el mundo de los pintores de esa época ( por ejemplo Modigliani) y la moda ( Coco Chanel)
Es un libro de fácil lectura con altas dosis de sensibilidad y romanticismo. me llevé una grata sorpresa con este escritor
Una de las frases que leí y me gustó:
Cuando ya no tenemos ganas de evolucionar, empezamos a morir lentamente.
Muchísima gente está muriendo lentamente