Es la frase típica pero me ha pasado el año volando. Si echo la vista atrás parece que hace cuatro días que estábamos a principios de 2017 y ya tenemos el año casi finiquitado. Ha sido un año muy movido en el trabajo pero en los demás aspectos de mi vida ha sido muy plácido, hasta casi aburrido. Con alguna sorpresa agradable incluso, aún siendo año impar que no me gustan nada.
Así que ahora toca aventurarse a no saber que nos espera en este año nuevo, esa fascinación a empezar un año nuevo, con ilusiones renovadas y esperando siempre lo mejor, aún sabiendo que alguna decepción llegará. La vida perfecta nunca existe pero con ilusión y ganas, podemos rozar y hasta alcanzar la perfección.
Como dice la agenda que me trajo Papa Nöel:
Os deseo un muy feliz 2018 y a brillar!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!♥ ♥ ♥