Hablando de leer.

Tenía intención de volver al blog con entradas menos espaciadas, pero bueno era eso……simple intención. Además el tiempo pasa tan rápido que se me escapa de las manos de forma muy preocupante. De verdad que me preocupa porque pasa tan rápido que no saboreo nada, es como si viendo pasar mi vida sin disfrutar del momento.

Y si sumo que siempre me gustó pasar por aquí un ratito y sentirme feliz, por qué soy tan tonta de dejar transcurrir tanto  tiempo sin publicar, si realmente es lo que me da felicidad. Falta de inversión en una misma.

Pero el post de hoy no era de carácter reflexivo, sino que era de carácter literario.

Hoy quiero hablar de mis últimas lecturas. Este mes,  he logrado leer 2 libros, 2 !!!! Y lo remarco porque lo que no me sobra son horas libres.

Quizás a l@s típic@s pretencios@s les parezca un mínima cantidad pero estoy segura que si hicieran los esfuerzos que yo hago para encontrar hueco no les parecería tan mínima. No soporto los que van de intelectuales por el tipo o el número de lecturas que hagas.

El primero fue de mi adorable Anna Gavalda. Actualmente es mi escritora contemporánea favorita y la autora que más libros he leído. Su título: Una vida mejor. Este libro aunque no me defraudó,  pero puedo decir que es el libro que menos me ha llenado de todos los que ha escrito. Quizás es porque el libro se compone de dos historias distintas. La que más me gustó fue la segunda. Y como siempre saber describir y transmitir los sentimientos de forma maravillosa.

El segundo libro de Marzo fue Ordena tu vida de Hideko Yamashita. Es la segunda lectura de escritura japonesa en lo que llevo de año. Tal como indica el nombre es una especie de libro auto-ayuda para ordenar las casas. Debo admitir que  para empezar me auto acuso de tener pensamientos muy tópicos, ya que para mí todos los japoneses son personas muy ordenadas y de estilo minimalista en sus casas, pero el libro me descubre a través de ejemplos que hay de todo en la viña del señor.

El libro es interesante a ratos, pero no me acabó de convencer. Se me hizo largo aún siendo de pocas  páginas, 232 páginas en total. Los casos que narra son casos extremos de personas altamente  desordenadas rozando el síndrome de Diógenes. Menos mal que no me incluyo entre ellas. Aunque me ha servido como pauta algunos de sus consejos que da, por ejemplo a la hora de doblar y guardar ropa de casa.

Ahora ya tengo otro libro entre manos y un par de recomendaciones que me esperan.

Vosotr@s qué tal vais con las lecturas?