A principio de mes visité Londres junto a mi hija. Fue nuestro primer viaje solas las dos a un país extranjero. Disfrutando de nuestro regalo, por sus 18 y por mis 50 años.
De Londres no voy a contar mucho porqué creo que muchos de los que leéis lo conocéis y mucho. Exprimimos al máximo nuestros tres días en la ciudad. No pudimos ver el Big Ben en su estado normal ya que lo están reformando pero sabéis una cosa, eso nos sirvió para querer volver otra vez a visitar la ciudad. Es más cuando volvíamos rumbo a Barcelona sabía perfectamente que volveré algún día para conocer más rincones de esta bella ciudad. Os confesaré que quizás lo que menos me gustó es la parte más turística.
Los dos principales aspectos que más me gustaron de Londres fueron sus numerosas librerías y sus maravillosos parques.
La ciudad me parece muy culta, así como sus habitantes. Me baso en el gran número de librerías que hay repartidas por toda la urbe. Para una apasionada de las librerías como yo, esto es un matiz muy importante para mí. Las librerías son el mejor lugar en el cual perderme. Varios de mis sentidos disfrutan con su olor, su silencio, el tacto de los libros y la inmejorable visión de los libros apilados. Y lo mejor: la maravillosa paz que puedo disfrutar y sentir dentro de una librería.
En el lugar donde vivo sólo hay una tienda exclusivamente de venta de libros como tal y es infantil. Vivo a 15 kilómetros de Barcelona, así que disfrutar de una metrópoli como Londres repleta de librerías para mí es simplemente ESPECTACULAR.
En nuestros 3 días pudimos entrar a pocas ya que nuestra lista de lugares para visitar que nos interesaba era grande. Pero pudimos gozar de éstas:
- Persephone Books: una maravillosa tiendecita. Tan solo al cruzar la puerta sabes que estás en un lugar especial: el silencio, el ambiente, el escaparate, todo la hace particular. Ahora paseo con mi tote bag que compré en su tienda.
- Foyles: de varias plantas, os puede decir que mi hija y yo sólo hacíamos que admirar todo con cara de bobas y exclamando a cada descubrimiento ohhhh.
- Waterstones: el último día haciendo tiempo antes de que nos recogieran para ir al aeropuerto, por pura casualidad nos topamos con esta magnifica macro tienda. Quedamos maravilladas con todas sus plantas, creo que son 8! La lástima fue que no pude fotografiar las diferentes plantas, tan solo hicimos una fotografía al cartel cuando salíamos con prisa ya que se acercaba la hora de marchar del país.
Aunque a algunas otras pudimos admirar sus escaparates: London Review Bookshop, Hatchards, Oxfam tienda de libros, todas las librerías de Charing Cross. Aparte de visitar la British Library, donde encontré una exposición de sellos y cartas en las que encontré dos de los pueblos vecinos.
Tan ilusionada vine de la ciudad que lo primero que he leído a la vuelta fue: 84, Charing Cross de Helene Hanff. Y aunque ya no existe la extraordinaria librería en la que se basa el libro, hay un McDonalds en su lugar, nosotras entramos a tomar una bebida y quien sabe quizás en el lugar donde nos sentamos era donde estaba el escritorio desde donde se escribían las cartas, quizás. . . . pero la ilusión y la imaginación que no se pierda nunca.
nos recibió en la casa. Como estaba algo fría, solventamos la situación encendiendo la estufa de leña. me recordó tantísimo mi primer piso, lo que disfruté de la estufa de leña.
la vista, empezando por las espectaculares vistas desde la carretera.
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