De pelis

Tengo un hijo adolescente. Con todo lo que se llega a escuchar, para mí la adolescencia de mis hijos no la planteo como un problema, sino como una época en la vida. Y en la vida pasamos por muchas y diferentes épocas. No voy a negar que la infancia de nuestros hijos es una etapa bastante fácil, por mucho que nos inunden a consejos y formas de actuar. Como dice una amiga mía, vivir como madre la infancia de tus hijos es la etapa Disney. Coincido con ella pero vivir la adolescencia de tus hijos es una fase que nos pone a prueba, nos sorprende y nos enriquece a cualquier madre. En todos los sentidos, tanto en lo bueno como en lo malo. Estamos en ese periodo de tiempo en que no debemos ser padres estrictos ni debemos ser sus colegas, es un equilibrio dificil de encontrar y llevar.

Con todo esto quiero decir que mi hijo como muchos chicos de su edad tiene un montón de hobbies típicos de adolescente.  Pero hay un tic de él que me sorprende. Y creo saber de que progenitor lo ha heredado (me, of course) Pues ese tic es ver películas con temas profundos. Cuando hablo de profundos son pelis que transmiten un mensaje. No solo el cine americano de aventuras, del cual es fan también, sino películas con un fondo que traspase la pantalla.

La última  que vimos en sábado de palomitas y cine fue: The lady and the van. Un filme que me gustó muchísimo sobre la vida de una anciana vagabunda en una furgoneta. La actriz principal es la maravillosa actriz Maggie Smith, todos los papeles que hace esta señora, me encantan.

Sé que es muy difícil que los chavales sientan algún tipo de atracción por pelis de este tipo, pero a veces da la casualidad que por la temática se sienten atraídos y es la excusa perfecta para que vean buen cine. Algunas veces sale bien y otras no tanto.

 

The-Lady-in-the-Van