Hoy os presento un DIY fácil, fácil de hacer. No os ocurre que a la vuelta de vacaciones tenéis muchos recuerdos que os traen los amigos o la familia o que uno mismo compra en el lugar que visita ? Yo tengo una familia y unos amigos muy viajeros, y siempre traen una detallito, dos y hasta cinco.
Este año tengo varios imanes nuevos en la puerta de mi nevera, una taza muy bonita, he podido degustar café de Costa Rica, vino de Oporto, quesos franceses, pimentón húngaro, y alguna cosa más que todavía queda gente por volver.
¿ Y nos ha ocurrido que os han traído o habéis comprado un souvenir que no pega con el estilo de vuestra casa ? Me pongo de ejemplo, compré una Torre Eiffel en París, justo debajo de la misma. Regateando a un vendedor ambulante que no sabía los números en inglés y contaba con los dedos, compré ésta de 25 cm de altura:
Estos días decidí darle un cambio, como estoy con la manía de cambiar los colores de mi salón, así la dejé:
¿ A que está chula? Pues sólo necesitas un bote de pintura acrílica satinada del color que más te guste ( importante que se limpie con agua) y un pincel. Anímate a hacer tu DIY. Yo voy a empezar a sacar los souvenirs que tengo guardados y darles un nuevo aspecto.
Me gusta tanto el resultado, que a veces hasta veo destellos cuando la miro, 😉
Jajajajaja! Fácil y resultón, genial!
A que sí 😉
¡Qué buena idea! Me gusta mucho más que la original.
¿A ver que se me ocurre a mí!
Un saludo
Marisa
Ya nos enseñarás lo que haces
Es verdad… menudo cambio!!