El comienzo de los cuatro días festivos comenzó con una mala noticia. Mi autor favorito murió, aunque era una noticia que ya se esperaba hacía unos días. Y murió en Jueves Santo, como un personaje de sus novelas. Pero aunque haya muerto su magia siempre estará presente, tan sólo hay que abrir un libro escrito por él y dejarte llevar. Esta es la foto que publiqué en Instagram, es el autor que más veces he leído.
Los días de vacaciones, para mí no son vacaciones si no veo el mar. Y así fue rumbo al mar, y rumbo a quien nos puede guiar:
Aún siendo poco dados a las tradiciones, hay algunas que no nos perdemos. Ya que fue Semana Santa y no somos nada de procesiones, nos apuntamos a las que nos va, La Mona de Pascua. En la tierra donde vivo es muy típico este dulce. Simboliza que la abstinencia de cuaresma ya ha terminado. Es un pastel con figuras de chocolate, huevos de pascua, pollitos y plumas, que los padrinos regalan a sus ahijados, en el lunes de Pascua que aquí es festivo. Por supuesto mis hijos tuvieron la suya pero además este año, pudimos degustar una mona tradicional, a la antigua usanza, sin chocolate, con mazapán y huevo duro incluido. He aquí:
¿ Cómo han sido vuestros días ?
También vi el mar bajo un cielo azul intenso y es el recuerdo más nítido y preciado que guardo. La mona, hecha en casa. No me la pierdo nunca!!
La mona es una tradición muy arraigada y no se debe perder, con lo rica que está
Hola guapisima, pues mis días fueron «bricomanía» a tope, nosotros tampoco somos de procesiones, es más no sé si aquí en Barcelona se hacen procesiones, (vamos ni idea) y la Mona, pues la típica de chocolate, aunque la tuya es la verdadera, no sé donde leí, que se ponen tantos huevos como años tiene la criatura, pero lo comercial ha ganado el terreno a lo tradicional, que pena, bueno a ver si el año próximo convencemos al padrino. 😉
Besitos
No sabía lo de los años. Estaba buena pero el chocolate me tira mucho