El sábado fuimos a ver una exposición, pero una exposición viva. Estuvimos contemplando Bonsáis. Para mí el cultivo de estos pequeños arbolitos es un arte. Que infinita paciencia, o al menos eso creo, debe tener el propietario para conseguir unos resultados satisfactorios.
Aparte de la paciencia, cuantísimas horas invertidas en el árbol
En esta sociedad de prisas, es como un oasis de calma contemplar, con el debido tiempo, a estos ejemplares
Yo las tres o cuatro veces que he intentado cultivar uno, siempre ha terminado de la misma forma. Quizás será mi falta de paciencia, la culpable
En fin tendré que deleitarme acudiendo a exhibiciones o esperar hasta que mi serenidad sea más grande
Estos pequeños árboles siempre me han parecido mágicos, como sacados de cuentos
Cuando los contemplo, tengo la extraña ilusión de que va a salir un pequeño duende detrás del tronco