Hace unos días me dí cuenta del gran aprecio que me tenía una persona. Lo malo es que me dí cuenta por que le hice daño, sin yo ser consciente y nada más lejos de mi intención. Una busca el equilibro dentro de una encrucijada, pero al final se desequilibra. Y aún sin intención ni consciencia del hecho, aún manifestando un lo siento y aclarando el embrollo, ahora me siento mal. Pero en fin, nunca llueve a gusto de todos.
Hoy os dejo una cita de William Shakespeare, que colgué en mi Facebook particular para esa persona:
Los amigos que tienes y cuya amistad ya has puesto a prueba, engánchalos a tu alma con ganchos de acero.
Feliz fin de semana a tod@s.