Los señores Sarkozy son padres. Ha sido una niña, a la que han puesto Giulia, mira que son copiones, le han puesto el mismo nombre de mi hija, que está en catalán pero suena igual que en italiano.
No es que haga crónica rosa, simplemente ante el deseo rotundo de su madre de mantener la intimidad al máximo de la niña, cosa que me parece perfecto, tengo una pregunta. ¿ Esto no será causante del efecto contrario ? Es decir no provocará mayor ganas de ir en busca de la foto de la niña. El ser humano es tan curisoso y deseoso de proceder en sentido contrario en todos los aspectos que me pregunto si sirve de algo anunciar a los cuatro vientos una cosa, si no es para el efecto opuesto. Entonces para qué hacer ese anuncio.
Algo parecido ocurre en el colegio de mis hijos. Por decreto del claustro de profesores se ha acordado que cada día, una clase del colegio, tras el patio y en horario LECTIVO, limpie el mismo de todo tipo de desechos. Imagináos el día de la fruta. Una medida pedagógica que sirve para producir el efecto contrario, más niños que disfrutan tirando los desechos del desayuno para que otros los recojan. Pero claro como es una obligación, según los profes, no hay más remedio que recoger. Aunque varias madres nos hayamos quejado a la directora. En mi opinión, el colegio culturiza a los niños, la educación se la doy yo en mi casa. Y no me vale que muchos no tienen en sus casas, las normas establecidas. Que recriminen a esos.
En fin una polémica que me parece que me va a durar un tiempo, y no, no es cuestión de que se me caigan los anillos por que mi hijo recoja, como me preguntó el profe.